Estreñimiento del lactado al pecho
El estreñimiento consiste en el espaciamiento del número de deposiciones con emisión de heces de consistencia dura.
Cuando un lactante reduce el número de deposiciones, pudiendo emitirlas con espacio de varios días entre ellas, debemos plantearnos tres supuestos:
1) Falta de aporte, en este caso la curva de peso del paciente no suele ser la adecuada. Además el lactante presentaría irritabilidad, escaso descanso nocturno, poca emisión de orina,…
2) Estreñimiento del lactado al pecho. Por concepto, no existe estreñimiento en el lactado al pecho (otra de las ventajas incontables de la leche humana). Si bien es cierto que el lactante puede, y es frecuente que le ocurra, entre el 2-4 mes de vida, que se comporte clínicamente como un paciente estreñido en cuanto a las molestias digestivas (tenesmo o necesidad de defecatoria, meteorismo, irritabilidad,…). En este caso el paciente emitirá siempre deposiciones de aspecto normal para un lactante, no duras.
3) Enfermedad de Hirschprung, rara enfermedad congénita en la cual el paciente carece de receptores en su ampolla rectal y colon distal para detectar si está lleno de heces o no, por lo cual no recibe el paciente la necesidad de defecar.
Si sospechamos los casos 1 y 3 , es muy importante acudir a nuestro pediatra, que podrá realizar pruebas complementarias que confirmen/descarten la patología potencial y mejoren el cuadro de estreñimiento del paciente.
En el caso más frecuente (2), el lactante NO debe ser estimulado para defecar salvo que esté tan incómodo que no pueda comer de forma adecuada, o hayan pasado más de 4 días sin deponer. La técnica más eficaz y menos agresiva para el lactante es la estimulación rectal. No es una técnica que pueda evitar que el intestino madure de forma eficaz para poder realizar su función de forma autónoma y no crea tolerancia.