OBESIDAD INFANTIL
En las sociedades desarrolladas la obesidad (OB) es el trastorno nutricional más frecuente durante la infancia y adolescencia.
Considerado por la OMS como la «epidemia del siglo XXI» su frecuencia ha aumentado progresivamente en el curso de los últimos años en relación a los malos hábitos nutricionales y al mayor sedentarismo, siendo nuestro país uno de los que presenta un mayor número de casos de toda Europa.
¿CUÁNDO DECIMOS QUE UN NIÑO ES OBESO?
La obesidad durante la infancia y adolescencia se define como un incremento exagerado del peso (a expensas sobre todo de la grasa) que puede significar un riesgo para la salud, ya sea en el momento en que se produce o en edades posteriores.
- Índice de masa corporal (IMC), que relaciona el peso del niño con su altura. El pediatra, mide y pesa al niño/a en cada revisión de salud y calcula el IMC. Los valores de IMC normales para cada edad están recogidos en gráficas de percentiles (igual que las utilizadas para el control de peso y talla). Según el percentil en el cual se encuentre el niño se incluye en el diagnóstico de normalidad, sobrepeso (es decir, con riesgo de obesidad) u obesidad. Por ejemplo; Juan de 8 años pesa 35 Kg. y mide 138 cm. su IMC es 18.4 = normal, Pedro de 8 años pesa 35 Kg. pero mide 120 cm. su IMC es 24.3 = obesidad.
- En ocasiones, serán necesarias analíticas de sangre, ecografías… para descartar complicaciones o enfermedad.
- Seguimiento por el pediatra sobre todo si presentan antecedentes familiares de enfermedades del corazón, de colesterol alto, diabetes o hipertensión arterial …
¿CUÁLES SON LAS CAUSAS DE LA OBESIDAD INFANTIL?
En la OB intervienen factores genéticos y ambientales. Pero el rápido aumento en el número de casos se debe sobre todo a los factores ambientales, es decir, unos hábitos alimentarios poco saludables, junto a una disminución de la actividad física. Y en solo el 1% es secundaria a enfermedad.
- Hábitos alimentarios poco saludables: consumir con frecuencia alimentos con mucha grasa y poco nutritivos : dulces pasteles, helados, bollería, productos precocinados, bocadillos, líquidos azucarados (colas, zumos envasados), embutido… y al mismo tiempo que disminuir el consumo de frutas y verduras.
- El sedentarismo: tiempos prolongados viendo la televisión, ir al colegio en coche o en autobús, no jugar al aire libre y las horas de ordenador y/o estudio. Además las franjas horarias de mayor audiencia infantil presentan muchos anuncios que promocionan la ingesta de comida poco saludable.
¿QUÉ IMPACTO TIENE LA OBESIDAD SOBRE LA SALUD DE LOS NIÑOS?
Las más importantes son:
- psicológicos: pérdida de la autoestima y rechazo de la propia imagen corporal, agravados por el rechazo social que sufren por parte de sus propios compañeros.
- ortopédicos (pie plano, alteraciones en caderas y espalda).
- hipertensión y aumento de colesterol, sobre todo en adolescentes. Es decir, se convierten en una población con riesgo elevado de presentar enfermedades del corazón en la edad adulta.
¿CÓMO TRATAMOS LOS PEDIATRAS EL SOBREPESO?
El tratamiento de la obesidad es difícil y requiere un seguimiento estrecho por el pediatra y a veces también por psicólogo y/o dietista y mucha motivación por parte de la familia y del propio niño si ya es más mayor (a partir de 7-8 años). Se basa principalmente en:
- la instauración de una dieta adecuada
- aumentar la actividad física
- modificar hábitos alimentarios
1. DIETA: los niños están CRECIENDO por lo tanto tenemos que cubrir todos los nutrientes necesarios para garantizar un crecimiento adecuado, por lo que no se suelen realizar restricciones severas y es raro que tengamos que recurrir a dietas estrictas de pocas calorías.
- una dieta sana (dieta mediterránea), que incluya todos los grupos de alimentos, rica en fruta, verduras, legumbres y alimentos ricos en hidratos de carbono de absorción lenta (pastas, arroz y pan), frutos secos y pescado.
- evitar el «picoteo», respetar los horarios de las comidas,
- realizar un desayuno completo
- eliminar alimentos ricos en grasas de mala calidad (bollería industrial, embutidos, mantequillas…) eliminar la grasa visible de la carne, cocinar el pollo sin piel, utilizar para cocinar aceite de oliva, evitar los fritos y rebozados y aumentar el consumo de pescado blanco y disminuir el de carne
- niños > 2años : lácteos desnatados
- aumentar el consumo de fibra para aumentar su sensación de saciedad ( pan o pastas integrales )
- evitar consumo de líquidos azucarados (colas y zumos de frutas envasados)
UN DESAYUNO COMPLETO compuesto por lácteos, cereales (pan, cereales de desayuno, galletas…) y fruta, ( mejora el rendimiento en el colegio y evita elconsumo de alimentos menos nutritivos a media mañana) Levantadlos con tiempo suficiente para que puedan desayunar sentados y sin prisa
Estas son unas recomendaciones generales y aptas también para la población en general. El niño con obesidad debe de acudir al pediatra y la dieta recomendada debe de individualizarse en cada caso.
2.EJERCICIO FÍSICO: aumentar la actividad física es fundamental. Conviene que el niño elija una actividad deportiva que pueda compaginar con el resto de
actividades entre 3 y 5 veces por semana. Es fundamental que le guste porque si no la abandonará pronto. Además debe ir andando al colegio (si está relativamente cerca) y subir por las escaleras siempre que sea posible. Disminuir las horas de televisión, las horas de ordenador y videojuegos.
3.MODIFICACIÓN DE LOS HÁBITOS ALIMENTARIOS: El medio escolar, junto al familiar, son los ámbitos educativos de mayor influencia en la adquisición de unos hábitos alimentarios y estilos de vida saludables. Pero no olvidéis que los principales responsables de la educación nutricional de vuestros hijos sois vosotros.
Teresa Cabo Masip
Pediatra